martes, 18 de junio de 2013

El diario de Meecks

Día domingo 5 de mayo:  había una vez un bebé tan hermoso y débil que parecía un copo de nieve, era listo, atento y simpático, tanto que a veces parecía molesto.
Su nombre era Meecks, tenía cuarenta y cinco días de vida
No importaba lo que él hacia, todo estaba bien ante
             Los ojos de los demás
Su mirada era tan dulce que  te iluminaba  y te olvidabas de lo malo que te había pasado
Su hermosa llegada, fue un cinco de mayo, esa fecha tan especial, desde ese día en adelante todo fue hermosura y alegría.
Lunes 6 de mayo: Una fecha de conflictos ocurridos por su inocencia jugando con las tres bebotas de la casa Lola, Deici y Angi. Tuvo un desliz y cayó al río donde sus aguas eran turbias y oscuras, lo cual fue motivo que su encuentro fuese con dificultad.
Al pasar unos minutos se pudo ver a los lejos y lo encontraron, él entendió que no debía acercarse a la orilla del río.
Jueves 8 de mayo: Fue instalándose (marcando su territorio), hasta que logró a ser uno más de la familia.
Su abuelo y abuela decían que era un consentido por ser el bebe más pequeño de todos, dormía con sus abuelos y a veces con su mamá.
Sábado 11 de mayo: Fue cuando se incorporó definitivamente  por completo.
Su estadía era la mejor . Desde que se despertaba, nadie tenía nada, hasta que se dormía. Durante  la semana iba enseñando su inocencia y dulzura.
Sábado 18 de mayo: Llegó el día, el gran día, el día que las vacunas. Nervios e impaciencia. Fue llevado hacia un centro de enfermería donde se creía que era seguro y lo podían prevenir enfermedades.
Pero no todo salió como se esperaba, la maldita idiota supuesta “enfermera”  no resultó ser lo que se esperaba (una farsante), la cual le inyectó una falsa aplicación medicinal que le causó un malestar al bebito. Fue un día de bronca e irritación.
Domingo 19 de mayo: Despertó con dolores, vómitos  e insomnio, no ingería alimento,  su estómago (su hígado), estaba reventado por la fuerte dosis que se le aplicó.
Lunes 20 de mayo: Amaneció mal pero no se esperaba nada malo, no se sabía nada, fueron días malos los cuales todos padecieron con dolor.
Martes 21 de mayo: Amaneció bien,  comió algo, jugó con las bebas, pero por la noche otra vez se sintió mal
Seguían los vómitos.
Miércoles 22 de mayo: Día donde parecía estar bien, pero como se dice,  las apariencias engañan.
Llegó el mediodía y no mejoraba. Hasta que su corazoncito no aguantó más y cerró sus ojitos y dijo adiós. Tuvo un descanso eterno, donde se encontrará con el creador de todo nuestro mundo. Tomó rumbo hacia el cielo de los bebitos hermosos.
Su nombre era Meecks,  tenía cuarentaicinco días de vida.

NOTA: ( fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida, lo amé, fue mi bebé, me ayudó a creer,  a no tener miedo y a creer que todo se puede), no hay  que confiar en nadie, hay que ser precavido en el proceder  y siempre abrazar y besar a quien se ama…

López Abigail
6to C

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